Historia

Un videoclub es un negocio que permite adquirir temporalmente al usuario un servicio (en este caso de peliculas) a cambio de un pequeño precio, un proceso también conocido como alquiler. Normalmente antes de proporcionar el artículo, la tienda pide al cliente su información para cobrarle y datos de identificación como el DNI para evitar fraudes y cobrar más si se atrasa el retorno del mismo.

Nacimiento del videoclub (1977) 
 
Y como nó, vamos a empezar con el nacimiento del videoclub. La persona que tuvo la genial idea de montar el primer videoclub fue el californiano George Atkinson. Esto ocurrió en Diciembre de 1977.

Atkinson nació en Shanghai de un padre británico y una madre rusa y que durante la II Guerra Mundial permaneció dos años con su familia en un campo de concentración japonés. En 1949 se mudó a Los Angeles, estudió Literatura Inglesa, estuvo otros dos años en el Ejército y, de vuelta a California, fue actor de reparto y en una ocasión hasta especialista en el cine. Luego puso una tienda minorista de venta de proyectores y vetustas películas de Super 8.

Su experiencia le proporcionó las claves para robarle vilmente la cartera a Magnetic Video, una empresa relacionada con la 20th Century Fox que, un mes antes de la ocurrencia de Atkinson, había puesto a la venta en formato Betamax y VHS 50 películas producidas por la citada productora, entre las que se hallaban clásicos como Sonrisas y lágrimas, Dos hombres y un destino o Patton.Cada título costaba 50 dólares en un momento en el que los vídeos andaban más o menos por los 1.000, pero la idea era que la gente comprara películas para siempre, igual que hacía con los discos.George Atkinson, según contó en una entrevista 10 años después, reflexionó sabiamente que «uno escucha a Beethoven o a los Beatles una y otra vez. Pero no está deseando ver a Burt Reynolds una y otra vez».


Y fue así como puso un anuncio en el periódico advirtiendo que alquilaba películas de vídeo y, al recibir miles de solicitudes, adquirió con ayuda de un amigo toda la colección de la Fox e inició el negocio a razón de 50 dólares la suscripción anual y 100 el carné de socio vitalicio más 10 dólares cada cinta. Al principio se instaló en un local de 600 metros cuadrados en el que su agente comercial tenía que efectuar y recibir las llamadas en el cuarto de baño.

Desde la primera revolución industrial, el sistema capitalista ha mostrado siempre predilección por la cantidad antes que por la calidad, por el consumo de masas antes que por los objetos de coleccionista, y la ambiciosa promoción de la Fox fue barrida por la iniciativa pirata de Atkinson. Este sólo fracasó en su intento de obtener la patente del alquiler de cintas de vídeo.

En seguida llegaron las demandas judiciales contra Video Station, pero Atkinson se apoyó en la Ley de la Primera Venta, según la cual los derechos del vendedor sobre un producto acaban en el momento de la venta. Paradójicamente, ésta es la norma que están tratando de soslayar ahora las distribuidoras de DVD con objeto de impedir el pirateo, que también pone en peligro el futuro de los videoclubes. He aquí un ejemplo de cómo la libre competencia se torna a veces un tanto traicionera. 

Video Station generó en pocos años 600 franquicias en EEUU y, aunque Atkinson se retiró en 1983 tras ser acusado de exagerar los beneficios de la compañía, la industria, unida a nivel internacional en la VSDA desde 1981, siguió creciendo hasta los más de 20.000 millones de euros anuales.

Todavía puede parecer una pregunta demasiado obvia y sin sentido, pero lo cierto es que ya comienza a ser habitual ver que las nuevas generaciones desconocen el significado de la palabra videoclub. Si accedemos a la RAE, la descripción que se nos propone, la oficial según nuestro idioma, es que se trata de un local en el cual podemos llevar a cabo el alquiler de películas grabadas en formato de vídeo.

La definición está bastante desfasada a la vista de cómo los videoclub han evolucionado y han ido desapareciendo del mercado, no solo del español, en los últimos tiempos. Hace poco hablábamos de Blockbuster y de su caída reciente en desgracia. Este solo es un ejemplo, uno de los más conocidos, de una situación que se repite en otras muchas cadenas e incluso en negocios familiares.

Los videoclub, esos comercios donde obviamente alquilábamos películas, han pasado tristemente a mejor vida. Comenzaron en la década de los 70 en Estados Unidos y posiblemente un poco más tarde en nuestro mercado. Una vez concluyó la guerra del formato de las cintas de vídeo, la cual acabó con la victoria del VHS sobre el formato BETA, los videoclubs empezaron a extender el uso y consumo de este tipo de cinta de vídeo.
Era la alternativa al cine y la manera de compartir sesiones de cine en el hogar de una forma cómoda. No existía internet, la venta de VHSs no era algo habitual y se imponía el alquiler. Existían promociones, carnés de socio y toda la parafernalia necesaria para disfrutar del hobby del cine de una forma agradable y divertida. Era la mejor opción para quienes preferían no limitarse a los escasos canales de televisión de la época y a su muy reducida programación.

El videoclub era también un centro de encuentro. La relación entre cliente, normalmente familias, y el propietario o dependiente, se convertía en algo clave. Los empleados recomendaban y recomendaban, a sabiendas de que se jugaban mucho en cada uno de los alquileres. Los clientes veían la película en casa, una vez, y varias veces si quedaban complacidos. Al final la terminaban devolviendo, por lo general, sin rebobinar. El más malo del barrio era el que reconocía que devolvía las cintas de VHS sin rebobinar. En aquellos tiempos ya existía la piratería, pero no era tan drástica como internet. Algunas personas tenían dos vídeos que podían conectar. Mientras uno reproducía la cinta original del videoclub, el otro la grababa en una cinta virgen.
Posteriormente llegó el DVD. La generación y el tiempo ya era diferente. Los VHS habían cambiado mucho en tiempos posteriores y ya era habitual comprarlos para coleccionarlos. El DVD hizo que esto tuviera más continuidad.

Colas mas largas que las del paro

Los videoclubs se vieron afectados por las muchas promociones de venta de DVDs, dado que era casi tan barato comprarlos como alquilarlos. También sufrieron el sensible formato del disco, que podía estropearse si el cliente del videoclub no tenía cuidado, algo que ocurría de forma habitual.

Las peliculas abandonaban la oscura sala del cine,para llegar a nuestros salones. Pero el éxito fue descomunal y con la llegada del VHS el catalogo se amplió y empezaron a abrir videoclubs en todos los barrios,con la consecuente bajada de calidad del personal.Ya cualquiera que tuviera algo de dinerillo ahorrado podía montar su particular emporio del séptimo arte.Y pasó lo que pasó.Individuos que anteriormente se dedicaban a vender automóviles....ahora despachaban cintas de video.Y lo mas normal que te podía  pasar era que, cuando entrabas a por una peli que tenias en mente... salíeras con otra diferente. 


Llegamos a principios a los noventa,y entre los videos grabadores y el auge de los videojuegos,el negocio sufría su primer bache de consideración. Así que optaron por re-activarlo ofreciendo diferentes productos.

Como los avispados empresarios vieron que no era rentable mantener el local,luz,expositores y personal para vender cuatro chicles y tomaron una medida salomónica,los empleados....a la puta calle!!Las maquinas expendedoras les daban la oportunidad de seguir ganando dinero sin que la inversión fuera elevada.Pero las maquinas,no ofrecían el trato amable y cercano del viejo videoclub. 






Formatos Fisicos


El primer formato de existió para vídeos caseros fue el betamax (beta) creado por Sony en 1975, en 1977 JVC lanzó al mercado el formato VHS creándose una guerra de formatos que durante varios años tuvo alzas y bajas. Ganó VHS por varias razones, se dice uqe la calidad de la imagen del VHS es mejor (para mi son como iguales pero...) por otro lado los casettes de VHS pueden contener mas horas de grabación (dependiendo con el formato que se use) y además (según un documental que vi hace años) el VHS fue acogido por la industria de la pornografía sobre todo en USA.
En 1995 sale al mercado el DVD, hubo en el mercado diferentes tipos de formatos sobre este mismo disco impulsados principalmente por Philips y Sony por un lado y Toshiba, Hitachi, JVC y Pioneer por otro... esta pequeña guerra terminó muy pronto por un acuerdo comercial entre todos.

El HD-DVD nació comercialmente en marzo de 2006, el Blue Ray salió al mercado tres meses después. Esta guerra de formatos fue muy intensa y costó millones de dólares. Toshiba fué la empresa que desarrolló, con ayuda de NEC, el HD-DVD e incluso alcanzó a lanzar computadores portátiles con unidades que podían leer este formato de alta definición. Blue Ray es una marca (tecnología) diseñada por Sony con la ayuda de Philips.

La guerra terminó a principio de 2008 cuando Warner Bros. anunció que comenzaría a lanzar peliculas solo en formato Blue Ray, después Netflix comenzó a usar este formato, Best Buy dejó de vender equipos Toshiba para HD-DVD y finalmente Wal Mart hizo lo propio, esto acabó con el formato y obligó a Toshiba a sacar un anuncio en su Web Site en donde oficialmente se acababa su distribución comercial a pesar de que LG ya había sacado al mercado un aparato que podía leer ambos formatos.
HD-DVD se acabó porque en un disco no cabian peliculas de mas de dos horas de duración lo que afectaba a los estudios y porque los primeros discos de este formato eran muy delicados y se dañaban con facilidad (posteriormente lo solucionaron pero el daño ya estaba hecho).